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Tag : marta gonzalez

17 Jun 2018

Eres preciosa

 

“Liberarte de tu propia autocrítica es también liberar a otros de ella. Amarte a ti mismo es un acto de amor hacia el mundo.”
Vironika Tugaleva

 

Fuiste preciosa y lo obviaste hasta el primer adjetivo que te lanzaron para abrirte una herida que parecía que nunca iba a sanar. Y junto a eso, la inocencia se diluyó en los labios de quien susurra ofensas con el fin de reafirmarse. Quien no ha aprendido que odiar quema, y termina envenenando.

 

Demoler, echar abajo, todo aquello que te ha ido cimentando con el fin de formarte junto a un exceso de inseguridades.

 

Te adiestran para comprender que detestarte supone mucho menos esfuerzo que demoler, echar abajo, todo aquello que te ha ido cimentando con el fin de formarte con un exceso de inseguridades. Inseguridades fundamentadas en algo temporal y vacío. Motivadas por la búsqueda de lo superfluo.

 

Eres inteligente, astuta y ocurrente, en qué instante dejas eso a un lado y concibes que tu aspecto es lo mejor que puedes aportar

 

Tu existencia se basa en la espera de ese click nocivo y mal intencionado que te hará subsistir en un constante miedo de no agradar a la vista. Y junto a la tuya, la de un exorbitante número de mujeres. Y qué lástima. Eres inteligente, astuta y ocurrente, en qué instante dejas eso a un lado y concibes que tu aspecto es lo mejor que puedes aportar. Cuándo empiezas a despreciar tu aspecto y rechazas el revestimiento que, de distintas formas, te va a acompañar siempre.

 

Somos preciosas, y este, con certeza, es el momento de empezar a celebrarlo

 

Iniciemos la época, entonces, en la que nuestro cuerpo sea hogar, caricia, obsequio, y no la fusta con la que castigarnos. Gocemos de él todo lo que nos hemos privado hasta ahora, sin olvidar que nuestra verdadera sustancia, aquella que nos hace despuntar del resto de animales, radica en lo interno. Seamos cómplices de nosotras mismas, y no un perpetuo adversario. Asumamos los juicios como algo inherente a todo ser humano, no como una continua evidencia de lo que no somos. Somos preciosas, y este, con certeza, es el momento de empezar a celebrarlo.

Escrito por:

Marta González

Otros escritos: Nací mujer 

 

 

03 Jun 2018

Nací mujer

 

Malditas sean las épocas que exigen compromiso»

 Félix Chacón.

 

No nací para ser buena hija, tampoco buena madre. Mucho menos buena esposa. No nací con el fuego en el vientre para apagarlo cuando incomoda. Ni con piernas fuertes para cruzarlas, sentarme recta y hacerme pequeñita.  Tengo voz y rostro, tengo nombre. Ardo cuando las miradas lascivas de animales impúdicos me atraviesan.  Tiemblo cuando sus manos se atreven a rozarme.  Grito con rabia si, sin ningún pudor, se justifican. No es para tanto, defienden entre movimientos de cabeza.  No es para tanto. Nací mujer.  Y crecí a pesar de que alzando mi cabeza irritase a salvajes que han sido criados en un mundo en el que se les aplaude.  No conocen el consentimiento.  Mucho menos el consenso.  Nací mujer y como tal me levanto.  Reivindico a aquellos que en vez de hacerse manada, señalan y castigan al agresor.  Sonrío al cruzar miradas en calles llenas de trazos morados.

 

Nací mujer, y me consideraron mero elemento de contemplación, complacencia y deleite

 

Nací mujer y por lo tanto resistente.  He vivido en un vaivén constante sin siquiera mostrar una mueca.  He permanecido estática sobre la inestabilidad de no ser reconocida sujeto.  Nací mujer, y me consideraron mero elemento de contemplación, complacencia y deleite. Y a pesar del recelo he amado con todo mi ser a aquellos que se saben mis iguales, que han desaprendido lo que se les grabó de forma metódica al nacer.

 

He observado a las mujeres de mi vida encogerse, doblarse. Pero también las he visto erguidas, disfrutando de su condición

 

He observado a las mujeres de mi vida encogerse, doblarse. Pero también las he visto erguidas, disfrutando de su condición con la fuerza de un huracán. Las he visto reír. Celebrar aquello de lo que nunca han renegado. Saberse compañeras, hermanas, nunca rivales, recuperando de la mano aquello que no debió ser arrebatado. Nací mujer, y sólo siéndolo comprendo que en el momento preciso en el que comencemos a ser conscientes de nuestra fortaleza, nadie podrá ser obstáculo.

Escrito por:
Marta González