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Tag : ana fernandez

11 Jul 2018

Es cuestión de actitud

Si algo he aprendido
observando a los que me rodean
es que
cuando de verdad amas lo que haces
y haces lo que amas,
no hay mano que te pare, no hay derrota; todo es mirar hacia delante.
Vas a la desesperada si es necesario,
como cuando vas tan rápido que sabes que te vas a caer y a rasgar la piel por innumerables partes; pero pides más y más velocidad.
No existe el miedo a la derrota, solo a no dar el máximo. Lo único que precede a la caída es levantarse con una sonrisa enorme.
Hay veces en mas que sientes 50 cosas por minuto pero, oye,  que es normal. Siéntelo, siéntelo de verdad pero nunca pidas perdón por ello.
No te arrepientas ni un sólo segundo de tu vida de haber seguido tu impulso, tu corazonada, es tu vida
No te arrepientas ni un sólo segundo de tu vida de haber seguido ese impulso, esa corazonada, esa vida. Porque ha sido tu vida.  Déjate llevar por las olas del mar y que te lleven a la orilla oportuna de la mano de los tuyos. De los que siempre estuvieron ahí, o de los que siempre vayan a estar.
Quien te tendió la mano cuando ya no querías levantarte, quién te cogió la cara entre las manos y te dijo: «Tú puedes». Atisbo desde lo lejos que sientes vértigo cuando te subes al escenario, cuando entras en el tapiz o en la pista. Pero qué maravilla, qué explosión de seguridad cuando empieza a sonar la música; pero no hablo de la música en sí. Qué maravilla cuando empiezas a sonar tú. Cuando te sabes campeona, luchadora, increíble. Recuerda, no es cuestión de dar suficiente, sino de dar suficiente como para superarte a ti misma. Llena de luz, risa y orgullo cada rincón de la sala en la que te encuentres.
Y nunca lo dudes,
es
cuestión
de actitud.
Escrito por:
Ana Fernandez
07 Jun 2018

Si pierdes el tren, dile adiós porque ya no vuelve

Llevo días pensando en el tiempo. Y me hizo darme cuenta de que esa sería mi respuesta a la típica pregunta: ¿A qué tienes miedo?

Miedo a perderlo, más bien.

A que se desate. Se vuelva loco. Y nadie pueda correr tras él.

Te da una oportunidad a la que llama vida y te deja hacer algo que valga la pena. Pero no tiene piedad. Pasa por mucho que intentes pararlo.

Si pierdes el tren, dile adiós porque ya no vuelve.

 

La de tiempo que perdemos juzgando. Envidiando en lugar de admirando

 

Cuando te das cuenta ya acumulas años y años PERDIDOS. Llenos de oportunidades que tuviste y no aprovechaste. Llenos de personas que se fueron y no valoraste. La de tiempo que perdemos juzgando. Envidiando en lugar de admirando.

 

Miedo a no haber hecho, a no haber hablado, a no haber ido. Miedo de arrepentirse

 

Existe el miedo a no enamorarse. A que tu trabajo no te aporte lo suficiente, a dejar pasar tus pasiones. A no viajar. A echar de menos. Miedo a no haber hecho, a no haber hablado, a no haber ido. Miedo de arrepentirse. Miedo  de que llegue algo que no me deje vivir.

Todo eso gira en órbita alrededor del tiempo. Tú puedes superar esos miedos haciendo, hablando, yendo.

 

Las agujas no tienen valor suficiente de dar la vuelta y girar al contrario. Vive ahora, no lo dejes para mañana

 

Yo a veces me paro. Paro mi vida y pienso en qué rápido pasa el tiempo. En quien estuvo y ya no está. En lo mucho que puedo vivir ahora y en todo lo que tengo que aprovechar. Y el tiempo sigue transcurriendo. Las agujas no tienen valor suficiente de dar la vuelta y girar al contrario. Vive ahora, no lo dejes para mañana.

 

Escrito por: 

Ana Fernández 

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